Despierto y pienso en ti, es entonces que siento los rayos del sol, aunque sean las 6 de la mañana. Escucho la suave música de tu voz en mi cabeza, y el corazón brinca de alegría. Respiro profundo, y agradezco a la vida que me haya regresado a ti, porque me siento felíz y afortunado de que también me hayas mirado. Yo que siempre soñé alguien como tú, yo que siempre te dibujé a ti. Te miro y mi ser entero se ilumina, haces que el peso de cada día se vuelva más ligero. Me encanta sentirme enamorado, sé que deseo estar contigo, y que estando a tu lado mi deseo va aumentando. Una mañana te observé de lejos, y mi pecho se estremeció al instante, pero mi corazón lloró por no poder siquiera hablarte, pasaron los años y el destino o la vida buscó acercarnos en algunos instantes, pero no era el tiempo apropiado, no habíamos crecido ni experimentado lo necesario. Hoy sin buscarnos, por fin nos encontramos, y aquí estamos sin saber si será mucho o poco lo que dure este encanto. Pero creyendo que merecemos estar juntos, luego de haber estado alejados por un buen rato. Y ahí vamos, con todo el miedo del mundo, pero con la convicción que arriesgarse es solo para los valientes, y que sólo así podemos descubrir, aprender y ganarnos este mundo; y tú, dulce Luna de Octubre... tú eres mi mundo.
Te quiero, Liriel.

Globos que iluminan la noche cual si fuesen estrellas
tú que das brillo a mi vida con la creación divina
Diosa de mis días, manos que solo soltaré cuando deje esta tierra
voz que aún no escucho pero que ya amo en mis oídos
siento en el corazón un amor tan grande, puro... infinito
dulce frío decembrino que dará calor al resto de mis días
Dulces las Lunas que guiarán nuestros caminos.

Voy a mirar hacia atrás
sin tener miedo a caer
por no mirar de frente

Voy a mirar hacia atrás
para homenajear el presente

Mis pies tomaron fuerza
cuando tus manos me sujetaban
en los primeros pasos

Mi boca imitó los sonidos
que de la tuya salían
al querer hablarme

De suave piel canela
sus ojos son mis soles
en color madera
no hay mejor ritmo
que el que lleva en sus caderas
Ella agita mi corazón, mi cuerpo
y el centro de mis piernas
Dulce como la miel
radiante como las estrellas

Tuve sed, y me dio a beber del manantial que entre sus piernas guardaba
Tuve hambre, y llenó mi boca de apasionados besos
Tuve frío, y sus caricias dieron calor a mi cuerpo
Tuve dudas, y confío por entero su corazón al mío
Tuve miedos, y uno a uno los borró con abrazos
Tuve un bello sueño en una noche estrellada...
y Ella con el Universo me cumplieron mi deseo.
Hoy la Magia ha llenado con Luz Mi Familia.

Si pudiera cuidar de ti,
como cuando tú conmigo lo hacías
si pudiera darte mis piernas
y volver a verte caminar
si tus ojos brillaran de nuevo
con esa luz que iluminaban mis días
si pudiera cargarte y llenarte de paz